Al principio me agobié, terminé con la cabeza llena de pensamientos que no me dejaban respirar.
Sin embargo, esa noche dormí como un angelito, de corrido, como si algo dentro mío se hubiera aflojado.
Sentí alivio, calma… y desde ese momento, algo cambió.
Me quedaron resonando muchas cosas de lo que hablamos, sobre todo lo que tocamos en relación a los vínculos.
Marcela
Pao
Me ayudó a ver cosas que no eran mías, a soltar emociones heredadas, y a sentir una libertad interna que hacía mucho no experimentaba.
Fue movilizador y profundo.
Me conecté conmigo, con mi historia, y hasta con mi hija desde un lugar distinto.
Ana